A 20 años de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, el kicillofismo reivindica el “ALCA, al carajo”
MAR DEL PLATA.- De aquella celebración de un triunfo diplomático ante el poderío norteamericano, con aires de épica y posible por la unidad de un puñado de mandatarios latinos repartidos entre...
MAR DEL PLATA.- De aquella celebración de un triunfo diplomático ante el poderío norteamericano, con aires de épica y posible por la unidad de un puñado de mandatarios latinos repartidos entre progresismo e izquierda, a estos días de urnas que dan la espalda y abrazos entre el presidente Javier Milei y su par estadounidense Donald Trump, que acerca apoyo económico y hasta se anima a condicionarlo a los resultados políticos y electorales del oficialismo.
Veinte años pasaron de la IV Cumbre de las Américas en la que George Bush llegó a esta ciudad decidido a cerrar un acuerdo de libre comercio continental (ALCA) y se encontró con un férreo rechazo del entonces mandatario anfitrión, Néstor Kirchner, y sus pares de Brasil, Lula da Silva; de Venezuela, Hugo Chávez; de Uruguay, Tabaré Vazquez, y un pujante Evo Morales que se perfilaba para gobernar Bolivia y desde puertas afuera acompañó una multitudinaria marcha contra aquel tratado.
“Es un recuerdo agridulce”, reconoce Carlos Bianco, protagonista en el inicio de un encuentro que entre martes y miércoles se desarrolla en Mar del Plata y evoca aquel histórico “No al ALCA” que el 4 de noviembre de 2005 tuvo aquí su máxima expresión en el Estadio Mundialista, copado por una multitud que lideraban Chávez, Morales y hasta Diego Armando Maradona. “ALCA, al carajo”, gritó desde la platea el líder bolivariano y anticipaba así un encuentro de presidentes que se despidió sin acuerdo de integración comercial.
“Se abrió una época dorada para los pueblos de América Latina, la década ganada”, valoró Bianco antes de contrastar con esta actualidad de realidades bien distintas: “Ni siquiera hay una construcción hemisférica, sino una dependencia de la potencia norteamericana con una intervención también inédita sobre Argentina”, lamentó.
Esta convocatoria tiene por escenario el teatro Auditórium, a menos de 100 metros del salón del hotel donde se concentraron aquellas deliberaciones que recibieron a mandatarios de más de 30 países de todo el continente y España. Para el cierre, previsto para este miércoles, se anuncia la participación del gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La sala Ástor Piazzolla, con 1.000 butacas, estuvo casi completa por participantes de este encuentro que tuvo en sus primeras filas el protagonismo de otros ministros bonaerenses y decenas de dirigentes gremiales, en su mayoría enrolados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y en todos los casos presentes en aquel movimiento de rechazo al ALCA que irrumpió aquí con el denominado “Tren del Alba”, continuó con la llamada “contracumbre” que copó el Estadio Mundialista y finalizó horas después con incidentes en zona céntrica que incluyeron destrozos e incendios de decenas de locales comerciales y vehículos.
“Bush venía a humillarnos, a hacernos firmar un acuerdo y hubo un póker de ases con Chávez, Lula, Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez para impedirlo”, rememoró Víctor De Gennaro, histórico líder de los trabajadores estatales que sumó la presencia de Maradona como un efecto multiplicador de la convocatoria y el alcance mundial que tuvo lo que calificó como “un hito histórico contra el neoliberalismo”.
“Justo cuando en los ´90 se hablaba del fin de la historia, que no había más ideologías, con el progresismo tardamos 15 años pero pudimos gritar No al ALCA”, recordó.
En mismo tono evocaba Hugo Yasky, dirigente sindical del sector docente: “fue una enorme gesta popular de América Latina en donde un grupo de presidentes fue capaz de enfrentar a Estados Unidos y Norteamérica”, expresó durante un alto de un programa de actividades que incluye varios paneles y expositores. “Querían una subordinación y convertirnos en su patio trasero”, cuestionó de aquel proyecto de Bush y sus leales.
La agenda no sumó voces de aquellos mandatarios protagonistas del momento histórico. Sí, en cambio, se escuchó y vio un mensaje en video enviado por el actual presidente de Cuba, Miguel Díaz–Canel Bermúdez. “Nos convoca la conmemoración de la derrota del plan imperial para engullirse de un solo bocado a los pueblos desde el Bravo hasta a Patagonia”, afirmó enfundado en su uniforme de fajina y consideró que aquella resistencia de países latinoamericanos al proyecto del ALCA fue “un no al proyecto neoliberal de integración y el saqueo de recursos”.
La actividad de la mañana se repartió entre exposiciones de dirigentes sobre lo que significó aquel logro y un acto de solidaridad con Haití. Por la tarde otro panel abordó situaciones de amenaza a las democracias y escenarios de integración y soberanía regional. Se cerró la jornada con una actividad de apoyo al pueblo palestino.
Para este miércoles se programaron mesas de debate simultáneas y al mediodía un acto con distintos expositores que incluirán a dirigentes llegados desde algunos países vecinos. Para el cierre, la esperada palabra del gobernador Kicillof en el que será su primer acto de neto contenido político tras el adverso resultado electoral que sufrió el peronismo en esta provincia y gran parte del país.