
A los 11 años, emocionó a un prestigioso jurado de la mano de su papá: “En la calle me pedían fotos y autógrafos”
“Sinceramente desde que estuve en la panza de mi madre ya me empezó a gustar la música. Mis papás siempre me inculcaron y apoyaron en el estudio musical porque notaron que yo tenía pasión po...
“Sinceramente desde que estuve en la panza de mi madre ya me empezó a gustar la música. Mis papás siempre me inculcaron y apoyaron en el estudio musical porque notaron que yo tenía pasión por eso. Uno de los recuerdos más fuertes que tienen ellos es cuando mi mamá solía cantar y hacer shows en vivo mientras estaba embarazada de seis meses de mí y cada vez que se subía al escenario y cantaba yo empezaba a moverme como loca dentro de la panza, tirando patadas y eso es una conexión muy fuerte. Además, mi papá solía cantarme canciones tocando la guitarra y pasaba exactamente lo mismo”.
¿Se nace o se hace?Desde pequeña, Lara Weltmann ya tenía esos sentimientos tan fuertes por la música, pero a medida que fue creciendo fue dando pequeños grandes pasos, siempre alentada y apoyada por sus padres, para ir cumpliendo cada uno de los objetivos que se viene trazando en relación a su carrera como cantante.
Se formó con los mejoresA los tres años la llevaron a estudiar en la escuela de Sebastian Mellino. A los nueve siguió con comedia musical en la escuela de Reyna Reech. A los 14 estudió interpretación y técnica vocal en El Templo de la Voz, la escuela de Patricia Sosa. “En todos estos años de formación aprendí muchas cosas, desde la pasión hasta la técnica. La comedia musical me enseñó a desenvolverme, a ser menos tímida, a animarme a más cuando estoy arriba de un escenario, saber cómo llegarle y transmitir lo que quiero al público que me esté mirando. Cuando estudié técnica vocal me enseñó a manejar mi instrumento y mis vicios vocales aunque no tengo muchos por mi corta edad”, cuenta.
El primer momento importante de su carreraEn la corta vida de Lara como cantante se produjeron algunos clics especiales que fueron determinantes a la hora de marcarle un rumbo y afianzar ese amor inclaudicable que ella tiene por esta profesión. El primero fue en 2015 cuando tuvo la posibilidad de formar parte del programa en Laten Corazones en el que 12 parejas compuestas por padres e hijos mostraban su pasión por la música y al final de cada semana una de ellas era eliminada del ciclo. El jurado estaba compuesto por nada más y nada menos que por Lucía y Joaquín Galán, del dúo Pimpinela, y por Alejandro Lerner.
“El día del casting fue una locura, yo estaba súper nerviosa ya que era mi primera experiencia para un programa de televisión tan grande como la pantalla de Telefé y tan solo tenía 11 años. La experiencia fue única, tanto en los medios como en la vida cotidiana. El programa estaba pregrabado, no era en vivo. Yo iba a la primaria jornada completa y tenía que salir del colegio, mínimo, tres veces por semana al mediodía para ir a grabar. En ese momento mi Instagram estallaba de seguidores y en la calle me pedían fotos y autógrafos. En el casting canté la canción de Bon Jovi “This ain’t a love song en su versión español. La elegí porque siempre fui muy fan de esa banda y amo las baladas ya que se expresa verdaderamente todo, tanto vocal como sentimental”.
“El jurado nos dio la devolución más alta que se podía dar en el programa”Más allá de esa primera experiencia, el momento de mayor emoción de su participación en Laten Corazones fue cuando ella y su papá interpretaron A esa, uno de los temas más emblemáticos de Pimpinela, mientras Lucía y Joaquín la miraban como embobados y con mucha admiración como sin poder creer que una nena de 11 años pudiera brillar en el escenario conquistando al público con su talento, su simpatía y, especialmente, su enorme voz.
“Fue una experiencia única por la manera en que conectamos con mi papá. Sentíamos lo que estábamos cantando, volvería a repetirlo mil veces. Y el jurado nos dio la devolución más alta que se podía dar en el programa”, rememora con una sonrisa.
Ariana Grande, su gran inspiradoraEl segundo momento trascendental en la vida de esta joven cantante fue cuando en 2018 tuvo la posibilidad de ver en vivo a Ariana Grandes, una de sus referentes. “Creo que siempre supe que la música era el motor de mi vida, pero quedé totalmente impactada con ese concierto. Fue instantáneo, me dije a mi misma: ´Algún día voy a estar ahí parada cantando para toda esta gente´”.
Además de Ariana Grande, Lara, que tiene 18 años, admira mucho a Sam Smith, Lali Esposito, Bruno Mars, Tini Stoessel, Celine Dion, Justin Bieber y Christina Aguilera. Grandes referentes para seguir construyendo una carrera que recién está empezando.
Hace muy poco Lara presentó su nuevo tema, De mil maneras, que ella misma escribió y su productor le ayudó a darle forma. “Cuando empecé a escribir esta canción quise lograr una letra atractiva y musicalizada bien como se está escuchando la música actualmente en la Argentina. Bien pop con ese toque de trap medio urbano, pero no me gusta definir las canciones en géneros porque siento que las limito”.
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“Me encantaría hacer girar mundiales y conectar con la gente en los conciertos”Lara, que en la actualidad estudia piano y música, está muy agradecida con sus padres que siempre la apoyaron en su sueño de ser cantante y dice que están muy felices de que ella continúe apostando hasta lograr lo que se propone por más difícil y largo que sea el camino de la industria musical.
“Un objetivo muy fuerte que siempre tuve es hacer giras mundiales, poder conectar con la gente en un concierto y que verdaderamente les gusten y aprecien lo que hago. También está el objetivo de ganar premios como, por ejemplo, los Gardel, Latin Grammys, MTV, etc. Siento que son un muy lindo reconocimiento al trabajo de los artistas, aunque tampoco te definen como tal, no sos ni más ni menos que los demás si ganas o no”.