La ex mujer de Julio Iglesias. Los secretos que Isabel Preysler revela en sus memorias
Ni Julio Iglesias ni Mario Vargas Llosa. El gran amor de Isabel Preysler fue Miguel Boyer. La propia socialité filipina de 74 años, ex mujer del cantante español más famoso de todos los tiempos...
Ni Julio Iglesias ni Mario Vargas Llosa. El gran amor de Isabel Preysler fue Miguel Boyer. La propia socialité filipina de 74 años, ex mujer del cantante español más famoso de todos los tiempos y ex pareja del premio Nobel peruano de literatura, lo reveló ayer en el Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid ante cien personas –la mayoría, periodistas, aunque también estaban algunos de sus amigos-, durante la presentación de sus memorias.
El libro, titulado Mi verdadera historia, cuyo contenido se había mantenido en absoluta reserva hasta ahora, promete ser un boom de ventas. Es curioso porque la vida de Preysler ha sido siempre tan pública que parecía imposible que hubiera algún secreto por revelar a esta altura. Los medios han publicado al detalle cada romance, cada uno de sus tres matrimonios (con Iglesias en 1971; con Carlos Falcó, el V duque de Griñón, en 1980; y con Boyer, ex ministro de Economía de España, en 1987), los nacimientos de sus cinco hijos (Chábeli, Julio jr. y Enrique Iglesias, Tamara Falcó y Ana Boyer) y de sus ocho nietos (el noveno nieto, hijo de Enrique y la ex tenista Ana Kournikova, nacerá pronto), sus apariciones en eventos sociales y también sus aficiones. Pero Isabel Preysler lo logró: sus memorias vuelven a colocar a esta dama elegante y magnética en el centro de la escena.
¿Por qué ahora? Según ella, porque estaba cansada de que fueran otros los relatores de su propia vida. “Al final, la he escrito porque, además de que ha llegado la edad de poder hacerlo, se han dicho tantas cosas falsas sobre mí a lo largo de los años, sin que me molestara en desmentirlas, que he decidido hacerlo”, dijo en exclusiva a ¡HOLA!.
Y entre esas cosas que desea revelar, están que se casó con Julio Iglesias cuando ya estaba embarazada, que inició su romance con Boyer cuando aún era la mujer del marqués de Griñón (lo cual generó una gran polémica en España, porque el ministro de Felipe González también estaba casado), lo que sucedió en sus encuentros con el rey Carlos III cuando era príncipe de Gales y que el entorno de Mario Vargas Llosa miente cuando asegura que el escritor no era feliz con ella. Para probar que sí lo era, Isabel reproduce las cartas que el Nobel peruano le escribía. “Estaba escribiendo el libro y él se murió mientras yo lo terminaba. Las cartas son mías y puedo publicarlas”, respondió a los periodistas que le cuestionaron la revelación de esos mensajes privados.
“HE LLORADO Y HE REÍDO”
Para Isabel, escribir sus memorias fue también una forma –muchas veces, dolorosa- de volver a vivir algunos momentos que la marcaron profundamente. “He llorado y he reído”, revela sobre el proceso. Uno de los recuerdos que más la movilizaron fue el de la separación de sus hijos, tras el secuestro de su suegro, Julio Iglesias Puga, en 1981, a manos de la agrupación terrorista ETA. Entonces, Preysler y Julio Iglesias creyeron que sus chicos (Chábeli, Julio jr. y Enrique) no estaban seguros en España y decidieron enviarlos a Miami. “No creo que haya podido explicar bien el dolor tan grande que sentí”, se sincera sobre el pasaje del libro referido a esa difícil situación.
En el evento de presentación de Mi verdadera historia, estuvo Tamara Falcó, quien opinó sobre su madre ante la prensa: “Si la identifico con algo es que es muy cerrada. Ha sido muy valiente por ponerse a escribir su verdad y estoy muy orgullosa de ella. (…) En nuestra familia no todo son cosas bonitas y ha tratado unos temas muy complicados con esa elegancia que la caracteriza. Le agradezco su honestidad porque son cosas que ni yo sabía. Es la primera vez que leo su versión de las cosas”, dijo. Isabel confirmó que el contenido del libro también fue un secreto para sus hijos, a quienes solo les había revelado párrafos que los incluían: “Mis hijos son todos personajes públicos y hemos tenido respeto. Les he contado y les he dejado leer su trocito. Me han dicho: ‘Esto no es así’ y lo he corregido”, aseguró Preysler.
En la primera página, se puede leer su dedicatoria: “A mis nietos, a los que adoro”. Ayer, Isabel se refirió también al legado que aspira a dejarles a ellos: “Me gustaría que entendiesen la importancia de la bondad. Tengo la suerte de tener cinco hijos que son buenas personas, los cinco, y eso es un buen ejemplo para mis nietos. Les ayudará a poder seguir ese ejemplo”.