La necesidad de orden y una factura impaga con Karina: el porqué de la renuncia de Demián Reidel al Consejo de Asesores
Este lunes, Demián Reidel volvió a ser parte de los titulares. Y no precisamente por nuevos avances en relación al Plan Nuclear Argentino: ...
Este lunes, Demián Reidel volvió a ser parte de los titulares. Y no precisamente por nuevos avances en relación al Plan Nuclear Argentino: el físico y economista renunció como jefe del Consejo de Asesores de Javier Milei y quedó con su cargo de presidente de Nucleoeléctrica Argentina (NASA). Su dimisión entró en vigencia el pasado jueves 17 de julio y se dio a conocer públicamente ayer, 21 de julio, a través de una publicación en X que hizo Reidel.
“Dejo la presidencia del Consejo de Asesores para concentrarme de lleno, desde la presidencia de Nucleoeléctrica, en el desarrollo del Plan Nuclear Argentino (PNA)”, escribió Reidel. En su comunicado, no dejó de resaltar que sigue apoyando enfáticamente al Presidente y a las políticas de la administración libertaria. “Mi compromiso personal es total”, dijo. “Para mí es un orgullo ser parte de este gobierno que está cambiando la historia de la Argentina”, señaló.
Fuentes cercanas al gobierno y al sector nuclear aseguraron a LA NACION que la renuncia de Reidel responde a una cuestión de orden y prioridades. “El Plan Nuclear Argentino demanda cada vez más tiempo”, explicaron, al señalar que resulta incompatible sostener un cargo político de esa magnitud con la envergadura y complejidad del proyecto. Para el oficialismo, el crecimiento nuclear en la Argentina tiene que ser ahora: perder la oportunidad sería, consideran, un “crimen”.
Pero, según pudo reconstruir LA NACION a partir de fuentes oficiales, la verdadera razón se oculta en que Karina Milei se molestó con una frase de tono irónico que usó Reidel en el Iefa Latam Forum, donde dijo que el “problema de la Argentina es que está poblado de argentinos”. El Jefe —así se la conoce también— parece nunca haberla olvidado y la inocente broma fue su condena dentro del oficialismo. Todavía no hay ningún indicio sobre su reemplazante ni el plazo y, a pesar de todo, Reidel garantiza su lealtad al liberalismo.
La repentina renuncia como jefe del Consejo de Asesores sembró dudas acerca de la fuerza del PNA cuando su líder deja una posición de poder político. Sobre esto, Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear de la Nación durante la presidencia de Mauricio Macri, dijo a LA NACION que este cambio no traería consecuencias directas e inmediatas. “En principio no veo que afecte el desarrollo del Plan Nuclear Argentino. Imagino que lo hace para dedicarse más al tema nuclear y quizás se lo sugirieron para evitar incompatibilidades”, planteó.
El objetivo principal del PNA es desarrollar y vender pequeños reactores modulares, mejor conocidos como SMR por sus siglas en inglés. Estos sistemas definen hoy la carrera nuclear, ya que son más chicos, baratos y se adaptan a contextos más diversos al no requerir conexión a redes eléctricas. Pero, además, son funcionales para los centros de datos, una infraestructura que está en auge debido a la revolución de la inteligencia artificial. El estimativo es que el primer SMR esté en funcionamiento de acá a cinco años.
Reidel explicó en su publicación que, además de los pequeños reactores modulares, una de las responsabilidades clave desde la presidencia de la NASA es la extensión de vida de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. Para algunos expertos del sector, esta debería ser una prioridad inmediata, especialmente en el caso de Atucha I, que actualmente se encuentra detenida tras haber alcanzado el fin de su vida útil y vencido la licencia correspondiente a su primer ciclo operativo.
Según confirmaron a LA NACION, existe un plan para extender la vida útil de Atucha I hasta 2046. El plazo estimado para llevarlo a cabo es de 30 meses, que comenzaron a contarse en septiembre pasado. “Es un proceso que debería estar finalizado en marzo de 2027, pero no veo tan fácil que lleguen a tiempo”, advirtieron. La extensión implica, en términos técnicos, elaborar un plan que debe ser aprobado por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y luego reemplazar una serie de componentes clave. “Prácticamente todo, excepto la vasija y parte de la obra civil. Es casi como construir una central nueva”, explicaron.
Las prioridades de Reidel para la nueva etapaEntre los temas que Reidel planteó como prioritarios para esta nueva etapa, destacó el impulso a la minería de uranio, un componente clave en la segunda fase del Plan Nuclear Argentino. Argentina cuenta con importantes reservas recuperables de este mineral, que funciona como combustible para los pequeños reactores modulares. La idea de Reidel es avanzar hacia un esquema en el que quienes adquieran los SMR desarrollados en el país asuman también un compromiso de compra de uranio argentino.
También nombró la creación de YPF Nuclear y “muchas otras iniciativas estratégicas” con el fin de “recuperar la soberanía energética y potenciar el desarrollo científico-tecnológico del país”. Voces cercanas al sector nuclear reconocen la intención del desarrollo del sector —y lo ven positivo—, pero alertan que es importante enfocarse en los problemas reales y no desviar tanto la atención en proyectos que presentan una asequibilidad más lejana, como lo es para algunos el Plan Nuclear Argentino.