Mientras el Hospital Garrahan atraviesa una crisis salarial y tiene falta de insumos debido a recortes presupuestarios, Lali Espósito sorprendió al recordar cómo fue que el centro de salud especializado en niños le salvó la mano cuando tenía siete años.
Las declaraciones de la actriz y cantante ocurrieron después de que Ofelia Fernández hiciera una columna al respecto en el ciclo de streaming Gelatina, el mismo que conduce Pedro Rosemblat, su novio.
“Me corté la mano mal, casi pierdo los dedos. Fue un drama total”, contó. El hecho ocurrió cuando era una niña, lo que la llevó a ser intervenida de urgencia en el Hospital Garrahan. “Me hicieron una operación de reconstrucción milagrosa que solo podrían hacer allí. Gracias a eso tengo mi mano. Imaginate, mi vida hubiese sido otra”, expresó a través de audio de WhatsApp con el ciclo.
En ese sentido, la ex Casi Ángeles mencionó que provenía de una familia de pocos recursos, por los que destacó la importancia de la salud pública. “Me salvaron la mano siendo una niña sin recursos, en un hospital público. Siempre voy a estar agradecida”, sostuvo.
Esta no es la primera vez que la actriz y cantante se refiere el Hospital Garrahan, también lo hizo meses atrás, cuando le preguntaron por el escándalo que surgió con Ricardo Darín en La Noche de Mirtha (eltrece), cuando dijo que la docena de empanadas costaba 48.000 pesos. “Creo que hay cosas que importan mucho más, Garrahan por tirar algo; sin embargo, estamos hablando de una empanada. Hay una cancelación constante, es una época insoportable, cínica, con cero profundidad, está todo muy tuitero. Me parece mal que alguien no pueda opinar, que te encanta Milei o no te encanta Milei o lo que sea que quieras opinar, todos deberíamos poder y no sentir que te atacan con un nivel de saña total", lanzó en su momento en diálogo con la prensa.
Y sentenció: “Darín sabe todo y se nota cuando habla. Me solidarizo con él y con todos los que reciben ese nivel de hate. Todos deberíamos hablar con el presidente o sentir que nuestro presidente nos representa aunque no estés de acuerdo con sus políticas. Se torna difícil ese ida y vuelta con una persona que llama mandriles a quienes no opinan como él. Te sentís raro, yo vivo en este país, es donde aporto, de donde soy. Es raro no sentirse representado, no hablo de partidos políticos".