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Madre ficción: el viaje a los orígenes del autor en forma de diario íntimo

Dramaturgia y dirección: Mariano Tenconi Blanco. Elenco: Diego Velázquez, Camila Peralta, Marcos Ferrante y Valeria Lois. Músicos en escena: Ian Shifres y Gonzalo Pérez Terranova. Música origi...

Dramaturgia y dirección: Mariano Tenconi Blanco. Elenco: Diego Velázquez, Camila Peralta, Marcos Ferrante y Valeria Lois. Músicos en escena: Ian Shifres y Gonzalo Pérez Terranova. Música original: Ian Shifres. Escenografía: Rodrigo González Garillo. Vestuario: Mariana Seropian sobre un diseño original de Cecilia Bello y Johanna Bresque. Iluminación: Matías Sendón. Coreografía: Jazmín Titiunik. Producción: Carolina Castro. Producción general: Comedia Nacional de Montevideo y Compañía Teatro Futuro. Sala: Metropolitan (Corrientes 1343). Funciones: Jueves, a las 22. Duración: 93 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

No hay manera de escapar: meterse con mamá es hablar de uno mismo o, viceversa, entrar al túnel de la identidad es iniciar el viaje a esa gran explosión que son nuestras madres. Y el autor y director Mariano Tenconi Blanco se lanza al camino de esa búsqueda en Madre ficción, un gran título que sintetiza al volcán profundo de la creatividad.

Carlos, como le dice la madre, o Butti, como le dice Jennifer, su novia revolucionaria, es un dramaturgo de 40 años en la Buenos Aires de 1994. Quiere escribir su gran obra, la que se debe, por su madre, por su abuela y por él mismo, declaración que instala desde el minuto uno cuando se presenta, iluminado y con micrófono sobre la tarima más alta. No es una cuestión interpretativa sino manifiesta que Butti es el alter ego del autor por lo que se trata de una obra autobiográfica, no del modo general en que pueden serlo todas sino desde la intención narrativa.

Esta obra misión le fue encargada a Butti (y a Tenconi Blanco) por la Comedia Nacional de Montevideo. “Uruguay, país de mi imaginación”, dice Butti, hijo y nieto de mujeres uruguayas. Pero el logro de esa meta parece complicarse porque no logra escribir ni una línea. Podría ser algo, imagina, sobre indiscutibles como Florencio Sánchez o Juan Carlos Onetti pero no, no sale nada. O, los también mencionados, Idea Vilariño (recitan de a dos, Butti y Jennifer, uno de sus poemas), Delmira Agustini, Marosa di Giorgio y Felisberto Hernández pero tampoco. El que no es nombrado pero atraviesa toda la obra es Mario Levrero y su La novela luminosa, acerca de un escritor que debe entregar la novela prometida pero en lugar de eso, desarrolla el diario minucioso de esa imposibilidad, todo lo que hace en lugar de escribir lo pactado.

Diario íntimo

Como en La vida extraordinaria (2018), Tenconi abraza la estructura del diario íntimo para contar. Por esa puerta sabemos qué hace cuando no escribe, desde enamorarse, visitar a su madre, mirar con ella la telenovela, hablar con su hermano sobre las cenizas de la abuela, excusarse ante el director del teatro de Montevideo por su incumplimiento y así hasta que, en medio del trajín de la vida, llega una certeza: de su madre y su abuela es sobre lo que tiene que escribir. Y ante esa revelación, la escritura fluye sin esfuerzo, con tanto entusiasmo que Butti no puede dejar de compartir dos monólogos, de su abuela y de su madre muy jóvenes. Teatro adentro del teatro, son dos escenas de la obra que escribe durante la obra.

Además de las citas literarias rioplatenses, hay referencias a la década del 90 desde la telenovela Celeste, siempre Celeste hasta el asesinato del estudiante de periodismo Miguel Bru. Como en todas las obras de Tenconi, los textos son frondosos, muy narrativos y abigarrados de intertexualidad e información, con los colores y las curvas del pensamiento.

Los personajes se mueven en un espacio con tarimas de distintos niveles y unos escalones que las articulan, más cuatro sillas, dos de cada lado frente al público. En un costado se ubican los dos músicos que no están “afuera” de la obra sino que son incluidos con guiños y saludos por los personajes. Ian Schifres toca el teclado y es, además, el autor de la música e integrante de la Compañía Teatro Futuro que forman con Tenconi y la productora Carolina Castro. El otro músico en escena es Gonzalo Pérez Terranova, a cargo del vibráfono, las campanas tubulares, el bombo y otros instrumentos pequeños.

Estrenada el año pasado en el Teatro Solís de Montevideo con actores y actrices uruguayos, es muy placentero disfrutar al sólido elenco de la puesta porteña: Valeria Lois como la madre; Camila Peralta como Jennifer y la abuela; Marcos Ferrante, que interpreta varios personajes siempre en clave estereotipo y provoca mucha risas en el público; y el impecable Diego Velázquez (el de Escritor fracasado, de Roberto Arlt) en los mil y un matices de su Butti tembloroso pero decidido.

“No te hagas el raro” -le dice la madre a su hijo escritor-. Que sea para reír y llorar”. Butti/Tenconi responde al pedido. Porque Madre ficción no tiene nada de “rara” (salvo por la escenografía no realista que ella le hace notar en otro momento de teatralidad expuesta) sino que es una comedia de una enorme amabilidad y ternura en la que todo, hasta episodios dolorosos, encuentra en el devenir su cauce: una obra homenaje que trasluce lo feliz que estaba el autor al escribirla.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/teatro/madre-ficcion-el-viaje-a-los-origenes-del-autor-en-forma-de-diario-intimo-nid23092025/

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