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Un país enfermo que puede sanar

Si en la debacle de 2001 el sentimiento prevaleciente fue la indignación, que era una fuente de energía vital, una razón para luchar, hoy en cambio el clima que predomina parece ser el de una tr...

Si en la debacle de 2001 el sentimiento prevaleciente fue la indignación, que era una fuente de energía vital, una razón para luchar, hoy en cambio el clima que predomina parece ser el de una tristeza resignada, que tienta a bajar los brazos. Está claro entonces que el problema más grave no es la situación económica, no tan diferente de las crisis precedentes.

Los argentinos estamos acostumbrados a lidiar con estas coyunturas dramáticas, en las que caemos con fatal regularidad. La novedad de la situación actual, acaso la más desoladora y agobiante, es percibir que el país no tiene un gobernante, no hay un timón ni un rumbo claro o, más precisamente, el rumbo es la simple deriva a merced de los elementos, es decir, de las contingencias, de las fuerzas ciegas del destino.

En este escenario, la mirada de una parte de la sociedad se vuelve hacia la oposición. Sus integrantes no tienen el mismo grado de responsabilidad que quienes ocupan importantes cargos públicos. En el llano, las reglas de la lucha política interna son distintas, pero es preciso evitar que las diferencias se salgan de cauce y que oscurezcan los indispensables consensos básicos, a partir de los cuales sea posible no solo ganar las elecciones, sino también gobernar e imprimir al país una dirección inteligible y estable.

Hubo épocas que alumbraron un proyecto de nación que fue capaz de encuadrar y moderar las diferencias por décadas. Parecería que ya no podemos esperar algo así del actual gobierno, que hace tiempo que ha ingresado en un extravío sin retorno. Pero dentro de ciertos grupos de la oposición, así como entre los sectores menos radicalizados del oficialismo, se conservan núcleos sanos a partir de los cuales la reconstrucción es posible.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/un-pais-enfermo-que-puede-sanar-nid19112022/

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