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Habitar el movimiento: la casa de Dafne Schilling en Pacheco que conjuga baile, yoga y naturaleza

Ella soñaba con vivir rodeada de verde. Él, un poco más cerca de la ciudad. Esta casa en un barrio cerrado de Pacheco fue el punto de encuentro perfecto entre Dafne Schilling y Nicolás Bursztyn...

Ella soñaba con vivir rodeada de verde. Él, un poco más cerca de la ciudad. Esta casa en un barrio cerrado de Pacheco fue el punto de encuentro perfecto entre Dafne Schilling y Nicolás Bursztyn: un refugio donde la energía, la calma y la conexión espiritual se entrelazan con la vida cotidiana.

Dafne, reconocida por su trabajo como guía de yoga y creadora del método Intención en Movimiento, concibe el bienestar como una práctica integral. En su casa, el lugar donde viven, trabajan e inspiran, esa filosofía se hace tangible: cada espacio respira armonía, movimiento y propósito.

El alma de la casa

La historia comenzó lejos, en Ibiza, mientras daban un retiro espiritual. Allí recibieron la noticia de que su oferta por la casa había sido aceptada. De regreso, comenzó el proceso de imaginar y remodelar. Con una mirada funcional y sensible, fue él quien pensó cada ambiente para que tuviera sentido y coherencia con su estilo de vida.

Un año más tarde, con la pintura todavía fresca, celebraron la mudanza con un ritual de bienvenida: amigos, tambores y sahumos para llenar los espacios de buena energía. Desde entonces, esa vibración se mantiene. En el comedor, la antigua mesa y el juego de sillas del departamento anterior conviven con una biblioteca que atesora recuerdos de viajes, libros y piezas artesanales.

Cuerpo, movimiento y naturaleza

Desde afuera, la casa transmite serenidad. El paisajismo, a cargo de Luli Etchegoyen, introduce la vegetación como parte del ritmo cotidiano y rodea el estudio de Dafne: un espacio de madera con amplios ventanales que se abre al jardín. Allí cada mañana comienza con un ritual de conexión. “Me siento, respiro y me muevo. Es mi momento para liberar emociones y encender la energía vital”, cuenta.

El diseño del estudio se inspiró en el hotel Plenilunio, en Mar de las Pampas, propiedad de Nicolás, donde la pareja ofreció su primer retiro hace más de una década. El resultado: un refugio luminoso que invita al movimiento, la calma y la creación.

Cocinar, compartir, celebrar

La cocina fue pensada como un punto de encuentro. Nicolás, apasionado por la gastronomía, quería un espacio funcional y cálido. Sumaron una barra que conecta el área de preparación con el resto del ambiente, donde la vida familiar sucede con naturalidad: el sillón, los juguetes de Río, la televisión y el aroma de una paella recién hecha.

Los muebles, diseñados por Paprika Estudio, mantienen una coherencia estética con el resto de la casa: madera, fibras naturales y detalles hechos a mano.

No es casual que disfruten de recibir gente, en su departamento anterior tuvieron un restaurante a puertas cerradas.

Espacios que inspiran

Además de moverse, Dafne escribe. En su estudio, entre libros, plantas y mariposas que entran por la ventana, nacieron los textos de sus cuatro publicaciones: Doce estaciones del alma, Despertá tu magia, La ruta del deseo y Pequeño libro de sabiduría cotidiana.

El escritorio, hecho con una tabla de madera y caballetes del Mercado de Pulgas, resume su estilo: simple, funcional y lleno de alma. Afuera, el jardín y los colibríes le recuerdan que la naturaleza siempre tiene algo para decir.

Rituales de descanso

El dormitorio principal sigue la misma premisa: menos es más. Un espacio sereno, con texturas naturales y pocos objetos, pensado para descansar y reconectar. “Queríamos que el cuarto invitara a la quietud”, dice Dafne.

Sobre la cómoda, una obra de Lucila Domínguez dialoga con la naturaleza; sobre la cama, textiles traídos de México y la India suman color y calidez. “Todavía estamos flasheados por vivir acá –confiesa Nico–. Nos animamos a cambiar de rumbo y hoy sentimos que este lugar refleja esa elección”.

La familia como propósito

La llegada de Luna, su hija menor, trajo también una renovación. Su cuarto fue armado con muebles heredados de Río, su hermano, y detalles que simbolizan el amor compartido: una luna luminosa sobre la pared y espejitos que reflejan la luz natural.

Entre viajes, talleres y retiros, Dafne y Nicolás aprendieron a integrar la vida familiar con su búsqueda espiritual. Desde Tulum hasta Mar de las Pampas, comparten experiencias que inspiran a conectar con lo esencial.

“Vivirlo en familia es un desafío, pero también un regalo”, asegura. Hoy, con Lunita incorporándose a las travesías, el propósito sigue siendo el mismo: moverse, crecer, expandir el alma y celebrar la vida.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-living/habitar-el-movimiento-la-casa-de-dafne-schilling-en-pacheco-que-conjuga-baile-yoga-y-naturaleza-nid04112025/

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