¿Se sabrá en el centro de un haz de luz, parte de una imagen demoledoramente bella? Seguramente no, porque nada en él revela otra cosa que ausencia y dolor. El hombre yace vencido, la mirada fija en algo que escapa a nuestros ojos, pero que podemos intuir qué es. Paredes tan oscuras como las que que muestra la foto, restos de objetos carbonizados, orificios abiertos allí donde hubo alguna ventana. Lo que vemos es el momento después del desastre: una pequeña fábrica de juguetes de plástico ardió en el casco antiguo de Dhaka, zona urbana densamente poblada, atestada de construcciones precarias, carente de efectivas medidas de seguridad. Los incendios son moneda corriente aquí y en otras ciudades de Bangladesh, pero nadie se acostumbra a lo inexorable de la desgracia. Aunque esta insista y se repita, siempre igual a sí misma.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/la-historia-detras-de-la-foto-la-desgracia-nid22082022/